Proverbios
3:1-15. Presenta la realidad de la vida, de los sucesos que se dan en ella,
sin que medie la voluntad humana en parte. Ya que están dirigidas por el Dios omnipotente. Quien designa los acontecimientos en sus diversas formas. Es el tiempo de Dios. Pero también es el tiempo del hombre, por ejemplo, cuando se dice: “Tiempo de nacer, y tiempo de morir”
En los propósitos de Dios, esta que todos los hombres entiendan su voluntad; Deut. 5:29.
Y vivan logrando comprender que misión Dios, les dio en la vida. Pero se opone a ella o la acepta la voluntad humana. Muchos mueren antes de tiempo. Por sus hábitos malsanos más que por la herencia genética. Recuerda: “La voluntad es el poder que gobierna las decisiones del individuo”.
sin que medie la voluntad humana en parte. Ya que están dirigidas por el Dios omnipotente. Quien designa los acontecimientos en sus diversas formas. Es el tiempo de Dios. Pero también es el tiempo del hombre, por ejemplo, cuando se dice: “Tiempo de nacer, y tiempo de morir”
En los propósitos de Dios, esta que todos los hombres entiendan su voluntad; Deut. 5:29.
Y vivan logrando comprender que misión Dios, les dio en la vida. Pero se opone a ella o la acepta la voluntad humana. Muchos mueren antes de tiempo. Por sus hábitos malsanos más que por la herencia genética. Recuerda: “La voluntad es el poder que gobierna las decisiones del individuo”.
Entonces
el capítulo 3: 1-15. Se divide así:
Vers. 1-10. El cambio incesante e inevitable del tiempo,
añade vanidad al esfuerzo humano.
Y vers.11-15. Habla de la excelencia en las obras de Dios.
Vers. 1-10. El cambio incesante e inevitable del tiempo,
añade vanidad al esfuerzo humano.
Y vers.11-15. Habla de la excelencia en las obras de Dios.
1
TODO tiene su tiempo, y todo lo que se quiere
debajo del cielo tiene su hora.
debajo del cielo tiene su hora.
2
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo
de plantar,
y tiempo de arrancar lo plantado;
3
tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo
de destruir, y tiempo de edificar;
4
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras;
tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6
tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9
¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo
he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se
ocupen en él.
11
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de
ellos,
sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo
he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su
vida;
13 y
también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda
su labor.
14 He
entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá,
ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los
hombres.
15
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya;
y Dios restaura lo que pasó. (Eclesiastés 3).
y Dios restaura lo que pasó. (Eclesiastés 3).
1. Tiempo. Heb. "un tiempo determinado"; de una raíz
que significa "determinar", "decretar".
Por lo tanto, no sólo se trata de un tiempo conveniente, sino determinado. Dios ha ordenado ciertos tiempos o estaciones, para los diversos fenómenos naturales (ver Lam. 3: 37; cf. Sant. 4: 15).
Por lo tanto, no sólo se trata de un tiempo conveniente, sino determinado. Dios ha ordenado ciertos tiempos o estaciones, para los diversos fenómenos naturales (ver Lam. 3: 37; cf. Sant. 4: 15).
Lo que se quiere. De una palabra hebrea que etimológicamente
significa "deleitarse en", "hallar placer en". Por
consiguiente, esta expresión significa básicamente "aquello en lo que uno
se deleita".
Esta misma voz se traduce "delicia" (Sal. 1: 2; Isa. 58: 13), "gusto" (Isa. 58: 3),
"complacencia" (Sal. 16: 3; Mal. 1: 10).
Esta misma voz se traduce "delicia" (Sal. 1: 2; Isa. 58: 13), "gusto" (Isa. 58: 3),
"complacencia" (Sal. 16: 3; Mal. 1: 10).
Hora. De un vocablo común hebreo usado para
"tiempo"
y que con frecuencia significa el comienzo de un lapso.
y que con frecuencia significa el comienzo de un lapso.
2. De Nacer. Algunos consideran esta forma verbal como activa, y
por tal razón podría traducirse:
"un tiempo para dar a luz". Sin embargo, la mayoría de los eruditos sostienen que debe entenderse como una forma intransitiva; de ahí que prefieran la forma "de nacer".
"un tiempo para dar a luz". Sin embargo, la mayoría de los eruditos sostienen que debe entenderse como una forma intransitiva; de ahí que prefieran la forma "de nacer".
De morir. Nacer y morir son, a no dudarlo, los dos
acontecimientos más importantes de la vida.
Pero nadie puede determinar el tiempo de su entrada en el mundo, y, en circunstancias ordinarias,
poco puede hacer en cuanto al tiempo de su salida.
Pero nadie puede determinar el tiempo de su entrada en el mundo, y, en circunstancias ordinarias,
poco puede hacer en cuanto al tiempo de su salida.
De plantar. Esta expresión concuerda con la que la precede. "Plantar"
equivale a "dar a luz", y "arrancar" a "morir". Una
expresión atañe a la vida humana; la otra, a la vida vegetal.
Arrancar. Heb. "desarraigar". Llega un tiempo cuando
hay que arrancar aun los mejores árboles frutales.
3. De Matar. Los comentadores no están de acuerdo en cuanto a si Salomón
se refiere aquí a la guerra o a otras circunstancias. Es posible que tuviera en
mente la ejecución de los criminales y las medidas que deben tomarse para
proteger las comunidades en caso de peligro. O quizá estuviera pensando en un
animal doméstico herido, cuya lastimadura era de tal grado que, ante la
imposibilidad de curarlo era más misericordioso matarlo que dejarlo sufrir.
De destruir. Hay un tiempo cuando conviene demoler los edificios
para reemplazarlos por otros. Durante milenios ha sido habitual en el Cercano
Oriente utilizar una y otra vez las ruinas de una civilización como materiales
para construir una nueva. Salomón aquí quizá se refiera a sus grandes proyectos
de construcciones.
4. De Llorar. A veces es mejor expresar las emociones que
reprimirlas. Israel lloró amargamente en el exilio (Sal. 137: 1). También
llegará el día cuando el pueblo de Dios reirá (Sal. 52: 1-6).
De endechar. Término específico para referirse a las ruidosas
lamentaciones públicas y a las expresiones de dolor manifestadas por los
orientales (ver 2 Sam. 3: 31; Jer. 4: 8; 9: 17-22; 49: 3).
De bailar. En la antigüedad, sobre todo en el Cercano Oriente,
la danza era una parte importante de las ceremonias religiosas y festivas (ver
2 Sam. 6: 14, 16; 1 Crón. 15: 29; cf. Mat. 11: 17;
com. Exo. 15: 20; 32: 19).
com. Exo. 15: 20; 32: 19).
5. De Esparcir Piedras. Quizá se
refiera a limpiar el campo de las piedras que estorbaban el cultivo, para
usarlas después en la construcción de cercas entre las propiedades, o muros de
contención, para los campos y los viñedos (ver Isa. 5: 2, 5).
De abrazar. Posiblemente un eufemismo para expresar la relación
conyugal entre esposos.
(ver Prov. 5: 20), o una expresión figurada para referirse a la ociosidad (ver Ecl. 4: 5: "el necio cruza sus manos").
(ver Prov. 5: 20), o una expresión figurada para referirse a la ociosidad (ver Ecl. 4: 5: "el necio cruza sus manos").
6. De Perder. Quizá mejor, "de dar por perdido", lo que
guardaría equilibrio con "buscar". Es probable que se haga referencia
aquí al animal que se había extraviado del rebaño o la manada. La demasiado
intensa búsqueda podría provocar una reacción de desagrado de los vecinos, o
aun ser inútil.
De desechar. Esta expresión se ilustra en los pasajes siguientes:
2 Rey. 7: 15; Prov. 11: 24, 25; Jn. 1:5; Mat. 16:25; Hech. 27:18, 19, 38.
2 Rey. 7: 15; Prov. 11: 24, 25; Jn. 1:5; Mat. 16:25; Hech. 27:18, 19, 38.
7. De Romper. Compárese con Gén. 37: 29; 2 Sam. 1: 11;
1 Rey. 11: 11; 2 Crón. 23: 13; Job 1: 20; 2: 12.
1 Rey. 11: 11; 2 Crón. 23: 13; Job 1: 20; 2: 12.
De callar. Hay circunstancias cuando "el silencio es
oro" (ver Lev. 10: 3).
8. De Amar. Compárese con las palabras de Cristo (Mat. 5: 43,
44).
De guerra. La exactitud de esta declaración se capta si se
entiende el hecho de que, a la batalla del gran día del Señor aún venidera
(Apoc. 16: 15-17), seguirá la paz eterna (Apoc. 21 y 22).
9. ¿Qué Provecho? Ver com. cap. 1: 3. La pregunta de Salomón exige una
respuesta negativa.
¿Para qué se afana el hombre por mejorar su condición en la vida, cuando queda frustrado vez tras vez? Debe aprender que quien coloca las pruebas a lo largo del sendero de la vida es un Padre amante, que disciplina a sus hijos terrenales para el bien eterno de ellos.
(ver Heb. 12: 11; Apoc. 3: 19-21).
¿Para qué se afana el hombre por mejorar su condición en la vida, cuando queda frustrado vez tras vez? Debe aprender que quien coloca las pruebas a lo largo del sendero de la vida es un Padre amante, que disciplina a sus hijos terrenales para el bien eterno de ellos.
(ver Heb. 12: 11; Apoc. 3: 19-21).
10. Trabajo. Ver com, cap. 1: 13. La rígida disciplina de la
vida, necesaria para el que busca la inmortalidad (ver Rom. 2: 6, 7), la
administra un Padre omnipotente y amante. Sin embargo, el ser humano está en
libertad de elegir su propia forma de vida, de desarrollar su propio carácter y
de decidir su propio destino eterno. Se puede hacer frente con éxito a las
dificultades reales de la vida únicamente bajo la dirección de Dios.
11. Hermoso. Compárese con el relato de la obra de la creación de
Dios (Gén. 1: 31). Todo lo creado no sólo era "bueno", sino también
bello, estéticamente agradable; no sólo perfecto para su uso práctico, sino de
bella apariencia para la vista y el gusto. Y estas características se aplicaban
a "todo", y "en gran manera".
Puesto. Heb. "dado". Debiera destacarse este
significado, ya que sugiere la bondad de Dios al satisfacer las necesidades
humanas.
Eternidad. Heb. 'olam. Ver com. Exo. 12: 14; 21: 6. En el
pensamiento humano está implantada una preocupación profunda por el futuro. Esta
comprensión de lo infinito del tiempo y del espacio provoca un disgusto por la
naturaleza transitoria de las cosas de esta vida. Ver com. vers. 14.
En el corazón de ellos. Es decir, en sus pensamientos. El propósito de Dios
es que la humanidad comprenda que el mundo actual no constituye la sustancia de
su existencia. El ser humano está vinculado a dos mundos: físicamente, al
presente, pero mental, emocional y psicológicamente, al mundo eterno. Aunque su mentalidad está nublada por el
pecado, el hombre parece darse cuenta, aunque borrosamente, de que debiera
continuar viviendo más allá de los estrechos límites de esta vida insatisfactoria.
Sin que alcance ... a entender. El
intelecto humano no puede de por sí entrar en lo intrincado de las maravillas
creadas por Dios ni en los misterios de la eternidad que él no ha querido
revelarnos. Este hecho nada más debe inducirnos a buscar una unión más íntima
con el Creador.
12. Ellos. Esto es, "los hijos de los hombres".
13. También. Se sugiere un punto adicional 1093 que el autor no
desea que se le pase por alto al lector.
Coma y beba. Una vida ascética es contraria a la voluntad de
Dios, quien dio a la humanidad muchas cosas buenas para que de ellas disfrute
con moderación.
14. Perpetuo. Salomón afirma ahora la inmutabilidad de la voluntad
divina, que actúa en los asuntos humanos (ver Sal. 33:11; Isa. 46: 10).
Teman los hombres. No un temor humillante (ver com. Deut. 4:10; 6:5),
sino reverente, basado en un intelecto que conoce bien los atributos divinos
(Sal. 40: 3; 64: 9) y la forma en que la voluntad divina obra en la tierra (ver
Isa. 45: 18; Mal. 3: 6; cf. Apoc. 15: 3,
4).
15. Aquello Que Fue. Este
versículo afirma cuán completas y permanentes son las obras de Dios.
Y en este sentido no hay para él pasado ni futuro: la eternidad siempre es presente (ver Apoc. 1: 8).
Y en este sentido no hay para él pasado ni futuro: la eternidad siempre es presente (ver Apoc. 1: 8).
Lo que pasó. "Lo perseguido"; de radaf, "ir en
pos", "cazar", "perseguir". Se traduce como
"seguirles" en Jos. 8:16, y "perseguiré" en Jer. 29: 18. Quizá
la idea aquí sea que todas las cosas del pasado están presentes delante de Dios
como si fueran actuales. El proyecta su pensamiento hacia el pasado tan
fácilmente como piensa en términos del presente o del futuro. Si éste es el
significado, entonces "lo perseguido" se refiere a los ciclos de las
edades pasadas, personificadas como si se persiguieran unas a otras. 3CBA/Ministerio
Hno. Pio
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