Isaías 9:8-21. Dios es misericordia. Anticipa sus bondades, antes de ejecutar juicio. Pero
su Pueblo no entiende razones. Entonces se dan (8-12) Los juicios sobre Israel
por su orgullo, (13-17). por su hipocresía, (18-21) y por su impenitencia.
8 El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel. 9 Y la sabrá todo el pueblo, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen: 10 Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahigos, pero en su lugar pondremos cedros. 11 Pero Jehová levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos; 12 del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
13 Pero El Pueblo No Se Convirtió al que lo castigaba, ni buscó a Jehová de los ejércitos. 14 Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día. 15 El anciano y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, es la cola. 16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden. 17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.
18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. 19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. 20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo; 21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. (Isaías 9).
8. A Jacob. Según
se ve claramente en el contexto (vers. 9-17), el mensaje que se presenta a
continuación iba dirigido "contra Jacob" (NC, VM), como presagio del
castigo divino. Con este versículo comienza una nueva sección que llega hasta
el cap. 10: 4, en la cual el Señor reprende a la nación de Israel. La visión
del Rey que reinará en gloria ha concluido, y el profeta vuelve su atención a los
problemas de la situación inmediata. Esto ocurre en la misma época en que
fueron escritos los capítulos anteriores, porque Rezín de Siria aún vivía
(vers. 11); por lo tanto, el mensaje debe haberse presentado entre los años
735-732 a.C., fecha cuando murió Rezín.
En Israel. En
este versículo se nombra a Jacob y a Israel. El mensaje del cap. 9: 8-10: 4 se
dirige en primera instancia contra las diez tribus rebeldes, a las cuales
generalmente se llama Efraín o Samaria (cap. 9: 9, 21). Pero en el vers. 14 es
muy probable que se emplee la palabra "Israel" para designar a la
nación del norte. En el vers. 8, ¿se refiere Israel a la nación del norte, y
Jacob a la del sur, es decir a Judá? Si así fuera, debe entenderse que el Señor
envió este mensaje por medio de Judá a Israel.
Por otra parte, en un sentido más general, Isaías muchas veces emplea
los términos Jacob e Israel para representar a todo el pueblo escogido de Dios
(cap. 10: 20-22; 27: 6; 29: 23; 40: 27; 41:8, 14; 43: 1, 22, 28; 44: 5; 46: 3;
48: 1, 12; 49: 6). Después de la caída final del reino del norte se emplean por
lo general ambos términos para designar a Judá.
9. Efraín. El Señor había afirmado que Efraín y Siria no tendrían éxito en su campaña contra Judá (cap. 7: 4- 7). Ya habían experimentado algunos reveses, pero Peka, rey de Israel, todavía estaba decidido a continuar atacando al reino de Judá. Altivez De Corazón. Con perversa arrogancia, Peka rehusó aceptar las advertencias pronunciadas por Isaías, y decidió llevar a cabo lo que había maquinado en contra de Acaz.
10. Edificaremos. Isaías se refiere aquí al fracaso anterior de Peka,
quien ahora hacía planes de recuperar lo perdido (cap. 7: 1). Es como si se
hubiera demolido un edificio de ladrillos y Peka se propusiera edificarlo de
nuevo, pero con piedras. Los "cabrahígos" ("sicómoro", Luc.
17: 6; 19: 4) fueron cortados, pero Peka los reemplazaría con cedros, más caros
y más durables (1 Rey. 10: 27). Estaba demostrando su perversidad y abierto
desafío contra la voluntad divina.
11. Los Enemigos. Jehová enviaría a los asirios, enemigos de Rezín,
contra Israel. Ver 2Rey. 15: 29, en donde se relata el ataque de
Tiglat-pileser contra Peka.
12. Los Sirios. En este momento Siria y Efraín estaban aliados
contra Judá (cap. 7: 12), pero el Señor prometió hacer que los sirios se
volvieran contra Israel, su enemigo tradicional. Las alianzas entre las
naciones del Cercano Oriente eran transitorias, y el aliado de hoy podía
transformarse en acérrimo enemigo al día siguiente. Los sirios atacarían por el
"oriente" y los filisteos por el "poniente". El hebreo
dice: "Aram por delante y los filisteos por detrás" (BJ). Debe
recordarse que los hebreos señalaban las direcciones desde el punto de vista de
uno que mira hacia la salida del sol: el este quedaba delante, el oeste detrás,
el sur a la derecha. Los sirios vendrían desde el norte y el este; los filisteos
desde el sur Y el oeste. En cuanto a direcciones cardinales, ver com. Gén. 29:
1; Exo. 3: 1; Núm. 3: 23).
Todavía Su Mano Está Extendida. Compárese con Exo. 7: 19; 8: 5; etc; Isa. 5: 25,
donde se emplea la misma expresión en relación con otros castigos. Jehová ya
había castigado a Israel, pero su mano estaba extendida como si fuera a herir
de nuevo a la nación. Tiglat-pileser III tomó grandes porciones de Israel, pero
no lo destruyó. El asedio de Salmanasar V, aún futuro en ese momento, acabaría
por completo con la nación.
13. No Se Convirtió. Dios había enviado sus castigos, no para destruir
sino para inducir al pueblo al arrepentimiento; pero ellos no aceptaron sus
mensajes de reprensión, y siguieron en su maldad y perversidad. Por 190 eso
seguirían inevitablemente castigos adicionales y, aun más severos.
Lo Castigaba. Cf. com. cap. 1: 5-6. (El profeso pueblo de Dios se había acarreado
calamidades por causa de sus pecados. Cuanto más se hundían en el pecado, tanto
mayor peso de desgracias se acarreaban (cap. 5: 18). Isaías procuró razonar con
ellos, preguntándoles por qué habían escogido proceder tan neciamente. Se
presenta en este pasaje a un hijo que persiste en su rebeldía y, por sus malas
acciones, sufre castigo tras castigo hasta que su cuerpo queda totalmente
lacerado. ¿Todavía os rebelaréis? Mejor, "si seguís contumaces" (BJ).
Isaías afirma aquí que la persistencia en el mal era la razón de los continuos
azotes disciplinarios que estaban padeciendo…).
14. Cortará De Israel. Puesto que Israel no se arrepintió, el Señor no tuvo más remedio que enviar más castigos, los cuales cortarían de Israel "cabeza y cola" (ver com. vers. 13). La nación sería totalmente destruida, y los castigos caerían especialmente sobre los que habían hecho descarriar a la nación (vers. 16). Rama Y Caña. Es probable que la "rama" sea la de la majestuosa palmera, empleada para representar a los gobernantes y príncipes del país. La "caña" podría referirse a los que fingían humildad (cap. 58: 5), o a los falsos profetas (cap. 9: 14-15).
15. El Anciano. Cf. cap. 3: 2-3. Entre los destacados dirigentes de la nación había príncipes, jueces, funcionarios civiles y jefes militares. El castigo venidero afectaría a éstos de una manera especialmente severa. Que Enseña Mentira. En toda la nación no había gente más despreciable que aquellos cuya responsabilidad era proporcionar dirección espiritual, pero que conducían al pueblo por los caminos del error y de la necedad. Isaías no escatimó palabras al presentarles sus mensajes de reprensión (cap. 28: 7; 29: 9- 10).
16. Son Engañadores. Mejor, "le han descarriado" (BJ). Las
naciones deben tener dirigentes, pero los caudillos algunas veces conducen por
caminos equivocados. Muchas naciones se han arruinado porque sus dirigentes han
descarriado al pueblo. El que aspira a ser dirigente debería considerar con
seriedad la pesada responsabilidad que acompaña al liderazgo. La suerte de la
nación depende de su consejo y ejemplo. Israel fracasó porque sus dirigentes
descarriaron al pueblo.
17. No Tomará Contentamiento. El rollo 1QIsª dice "no se apiadará" lo mismo la BJ, lo cual parece armonizar mejor con el contexto. Falsos. "lmpíos" (BJ). Cuando Israel sucumbió, el pueblo se encontraba totalmente entregado al mal. Todavía profesaban religiosidad, pero abiertamente se regocijaban en la iniquidad. Todas las clases sociales estaban implicadas en el mal, y todos sufrirían, desde los jóvenes hasta los ancianos. Cuando la iniquidad llegó a ese punto, la justicia exigió que cayera el castigo.
18. Se Encendió Como Fuego. Esta es una impresionante descripción de los efectos
finales de la iniquidad. El pecado mata, pero nunca cura. La impiedad quema
creando cenizas y desolación, pero nunca repara ni construye. Los cardos y espinos, aptos sólo para ser
destruidos, simbolizan la iniquidad prevaleciente entre la gente (cap. 5: 6; 7:
23-25; 10: 17; 27: 4; 32: 13). Cuando la tierra se cubriera de espinos y zarzas
de tal modo que asfixiaran a los buenos árboles del monte, entonces la impiedad
irrumpiría como fuego para destruirse a sí misma. El pecado sería castigado. En
verdad, ocasionaría su propia destrucción (Isa. 33: 11-12; Jer. 21: 14; Joel 1:
19-20; Heb. 6: 8). De este modo la tierra quedaría despejada, preparada para
que creciera nuevo y sano verdor (cf. 2 Ped. 3: 10-13).
19. Se Oscureció La Tierra. Ver com. vers. 1-2. El profeta contempla una escena
de caos y confusión. La gente está totalmente confundida, y el país se llena de
oscuridad. La pasión y la amargura, el odio y el vicio, la injusticia y la
crueldad han desgarrado de tal modo el corazón de los hombres e inflamado de
tal manera su espíritu, que todo hombre está en pugna con su vecino. Este será
el efecto final de la impiedad, cuando "la espada de cada cual será contra
su hermano" (Eze. 38: 21), y cuando cada uno "levantará su mano
contra la mano de su compañero" (Zac. 14: 13).
20. La Carne De Su Brazo. Un cuadro vívido de los efectos últimos de la
codicia y la corrupción. A la larga, el egoísmo se destruye solo. El que no se
interesa por el bienestar de su prójimo en realidad actúa en contra de sus
propios intereses. Ninguno puede ser perfectamente feliz y próspero a menos que
su prójimo también sea feliz. Cuando uno se eleva oprimiendo a su prójimo,
prepara el camino para su propia destrucción. Cuando las naciones se destruyen
mutuamente a fin de promover sus intereses egoístas, cometen la mayor de las
necedades, porque de este modo se destruyen a sí mismas, y destruyen al mundo
en el cual viven. Así como en el pasado los hombres y las naciones se han
destruido mutuamente por causa de la discordia y la codicia, así también hoy el
mundo está en vías de provocar su propia destrucción.
21. Manasés . . . Efraín. Estas dos tribus eran hermanas y tenían intereses
comunes. Pero cuando Efraín se levantó contra Manasés y Manasés contra Efraín,
la destrucción 191común de ambos fue inevitable. Y cuando estas dos tribus se
levantaron contra su hermano Judá, estaban asegurando que pronto vendría el día
de su propia destrucción. Ninguna nación puede soportar por mucho tiempo tal
agitación de crimen y concupiscencia como la que hubo en el reino del norte
durante la primera parte de la vida de Isaías.
Todavía Su Mano Está Extendida. En el capítulo siguiente se presenta otra serie de
crímenes que obligaron a Dios a seguir extendiendo su mano para castigar. Continúa el mismo pensamiento, sin
interrupción. 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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