Eclesiastés 11:1-8,
menciona puntos importantes a tener en cuenta: Vers. 1-6. el amor al prójimo por
medio de la caridad y la permanente siembra sin que medie el temporal. Vers. 7-8. Y pensar que somos mortales y un día moriremos. Por tanto, se debe reflexionar sobre la
muerte.
1 ECHA tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 2 Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará.
4 El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará. 5 Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. 6 Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.
7 Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; 8 pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad. (Eclesiastés 11).
1. Echa. Heb. shalaj, "despachar", "enviar". Tu pan. La interpretación tradicional es la de practicar la caridad o bondad para con otros, por lo cual algún día se recibirá la debida recompensa. Otra posible interpretación sería proceder con sabiduría en empresas comerciales de diversas clases. Lo hallarás. Compárese con Luc. 16: 9. Cualquiera sea el significado de la metáfora del "pan", la lección es actuar con espíritu de liberalidad sin esperar una recompensa inmediata,
2. Reparte. Quizá el consejo se refiera a diversificar las actividades y no restringirlas a un área, y a invertir el capital en distintas empresas comerciales. En un sentido moral, sugiere ser bondadoso con tantos como sea Posible. Los dos números, "siete" y "ocho" juntos, sugieren un número indefinido, pero con la tendencia a aumentar y no a disminuir. Hay otros ejemplos de enumeraciones semejantes (Job 33: 14; Sal. 62: 11; Prov. 30: 15, 18, 21; Isa. 17: 6; Miq. 5: 5). Mal. Uno no puede decir qué calamidad podrá ocurrir: ¿inundación?, ¿terremoto?, ¿guerra?, ¿crisis económica?
3. Si Las Nubes. La declaración se puede entender mejor así: "Si las nubes están llenas, descargan lluvia sobre la tierra". La naturaleza obedece leyes. También las hay en la esfera moral. Si el árbol cayere. No se puede determinar la dirección en que caerá un árbol durante un violento huracán. Hay que aprender a prepararse para la tormenta de la mejor manera que se pueda, y luego ir en la dirección de ella y no tratar de dominarla. No tienen una base sólida las interpretaciones fantásticas que hacen de este versículo un comentario acerca de la muerte y del destino humano.
Allí quedará. Cualquiera sea la adversidad que sobrevenga, no se
debe renunciar a la lucha, sino tomar las cosas como son y proseguir con valor.
Pero es necesario recordar que algunos sucesos están más allá de los límites de
nuestra capacidad. La vida abunda en eventos imprevistos, pero éstos no tienen
por qué desalentarnos ni hacernos perder nuestra determinación.
4. El que al viento observa. Si alguien se preocupa demasiado por las condiciones
meteorológicas y espera que sean perfectas antes de ir a trabajar, se perjudicará
su labor agrícola. No siempre podemos esperar que el día sea perfecto o que
haya condiciones ideales antes de correr algún riesgo. Habrá que aventurar
algo.
5. El camino del viento. "Viento", del término hebreo rúaj, que
también equivale a "espíritu", "hálito", "mente",
"ira", etc. En el vers. 4 rúaj se tradujo "viento", pero en
el vers. 5 quizá sería mejor traducirlo "espíritu", 1118 para que
haya una mejor comprensión del significado. La mayor parte de las versiones,
inclusive la Vulgata y la LXX, traducen la primera parte del vers. 5 poco más o
menos así: "Así como ignoras cuál es el camino o manera en que entra el
espíritu en los huesos dentro del vientre de la mujer encinta". Ver com.
cap. 3: 19- 21; 12: 7.
Los huesos. El crecimiento y desarrollo de la estructura ósea del feto son maravillosos (Job 10: 8-11; Sal. 139: 13-17). Obra de Dios. Ver com. cap. 7: 13. Es decir, la forma en que la Providencia nos conduce a través de la vida (ver Job 9: 12; 11: 10; 12: 14).
6. Por la mañana. Los hebreos se dedicaban mucho a la agricultura, y las ilustraciones de las labores campestres son en realidad símbolos de las ocupaciones en general. No dejes reposar. Aunque no podemos saber el futuro, no se justifica la indolencia. Los resultados no son accidentales. Se necesita una preparación diligente y cabal, temprano y tarde. Lo mejor. De la misma raíz de la palabra traducida "acertado" en Est. 8: 5. Lo uno y lo otro. La incertidumbre debiera ser un incentivo para un mayor esfuerzo y no para la inactividad. La experimentación y el esfuerzo constante son el preludio del éxito.
7. Suave. . . es la luz. La luz es indispensable tanto para apreciar las bellezas de la naturaleza como para trabajar con eficacia o viajar con seguridad. Si se sigue el consejo del vers. 6 se podrá disfrutar de experiencias más plenas y más satisfactorias en la vida. Agradable. Es bueno vivir. A toda persona normal le agrada poder hacer frente a los deberes cotidianos. El sol es símbolo del cuidado protector de Dios (Sal. 84: 11 y Mal. 4: 2).
8. Tenga gozo. La vida es demasiado breve, por eso debemos aprovechar bien ese lapso que Dios nos concede. Si uno disfruta de la bendición de una larga vida, debiera emplearla toda con provecho y felicidad. Los días de las tinieblas. Por el valor de su disciplina, debieran recordarse las experiencias adversas de la vida y estar agradecidos por haber sido librados de peligros y pérdidas. Algunos comentadores citando Sal. 88: 12; 145: 3; cf. Job 10: 21, 22, aplican el sustantivo "tinieblas" a la tumba. 3CBA/Ministerio Hno. Pio
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