sábado, agosto 08, 2020

REFLEXIÓN 328. DIFERENCIANDO ENTRE LA SABIDURÍA Y LA INSENSATEZ I (Eclesiastés 7).

Eclesiastés 7, Abarca Los Siguientes Puntos: Vers. 1 Los remedios contra la vanidad son la buena fama, 2-6. La reflexión, 7-10. La paciencia, 11-22. La sabiduría. 23-29. La dificultad de adquirir sabiduría.

1 MEJOR es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.

2 Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. 3 Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. 5 Mejor es oír la reprensión del sabio que la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad.

7 Ciertamente la opresión hace entontecer al sabio, y las dádivas corrompen el corazón. 8 Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. 9 No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.

11 Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. 12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; más la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. 13 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? 14 En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él. 15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. 16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? 17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo? 18 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo. 19 La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad. 20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque. 21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.

23 Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. 24 Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará? 25 Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error. 26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso. 27 He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 28 lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé. 29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. (Eclesiastés 7). 

1. La buena fama. Compárese con Prov. 22: 1. Una buena reputación, basada en 1 carácter, es una posesión inapreciable. "Pero el que me arrebata mi buena fama, me roba algo que a él no le enriquece y a mí me deja de veras pobre". (William Shakespeare, Otelo, Acto 111, Esc. 3.) Una de las recompensas íntimas que se conferirá a los salvados es "un nombre nuevo" que se promete a todos los que venzan al mundo (Apoc. 2: 17).

El buen ungüento. "Ungüento" aparece traducido como "aceite" en Gén. 28: 18; 35: 14; Exo. 25: 6; 29: 2; etc., y otra vez como "ungüento" en Prov. 27: 9; Ecl. 9: 8, y "perfume" en Ecl. 10: 1 (cf.  Cant. 1: 3).    En el Cercano Oriente se estimaba muchísimo el aceite perfumado (ver Rut 3: 3; 2 Sam. 12: 20).         En hebreo son similares los sonidos entre las palabras "nombre", shem, y "aceite" o "perfume", shémen.

El día de la muerte. Es evidente el paralelismo de la segunda oración con la primera, cuando se comprende que la persona que vive honorablemente y alcanza una buena reputación no necesita temer a la muerte. Cuando nace, tiene la vida por delante, y nada sabe de sus tropiezos, desengaños, dolores y derrotas. El barco deja el puerto sin conocer los peligros que pueda encontrar en su camino; pero cuando termina sano y salvo su travesía por el océano, con regocijo se le da la bienvenida.

El día del nacimiento. El nacimiento es el comienzo de unos breves "setenta años" de vida (Sal. 90: 9, 10), pero la muerte bien puede ser el preludio de una eternidad en la tierra nueva (Luc. 20: 36; 1 Cor. 15: 51- 55): de descanso (Apoc. 14: 13), de gozo supremo (Apoc. 7: 16) y de gloria eterna, en contraste con las actuales aflicciones (2 Cor. 4: 17).

2. Luto. Entre los judíos, el período de luto duraba siete días (Gén. 50: 10), durante los cuales mucha gente venía a consolar a los enlutados (Mar. 5: 38; Juan 11: 19, 31).

Banquete. Los festejos de bodas también duraban siete días (Gén. 29: 27) y, como el período de luto, se compartían con otros (Rom. 12: 15; cf. Gál. 6: 2).

Todos los hombres. Heb. "cada hombre".  Siempre debe acompañarnos el pensamiento solemne de que llegará el día cuando innevitablemente tendremos que encontrarnos con nuestro Creador. Durante toda nuestra vida debemos prepararnos para este encuentro.

3. Pesar. La frivolidad no fortalece el carácter.  Hay una máxima griega que afirma: "Sufrir es aprender" (cf.  Heb. 2: 10; 12: 1-11). El corazón. El dolor con frecuencia es una bendición disfrazada, pues el fuego de la aflicción purifica los motivos y capacita a la gente para simpatizar con otros.

4. Los sabios. El sabio se interesa en las cosas serias de la vida, y aprende a apreciar sus lecciones morales y espirituales; pero al necio le atraen las frivolidades de la existencia, y corre tras satisfacciones y diversiones, inconsciente del más allá.

5. La reprensión. El vers. 5 magnifica el pensamiento del vers. 4. La "reprensión" de Jehová es la protección de su pueblo. La canción de los necios. Sin duda, tanto los cantos obscenos y desmoralizantes de los lugares de diversión (ver Amós 6: 5) como la clase de consejo que se espera que den los necios.

6. La risa. La risa del necio se provoca fácilmente, es bulliciosa e insensata (ver Job 20: 5). Algunos entienden que esta expresión se refiere al aplauso del necio, que carece de valor porque no está respaldado por un sentido de responsabilidad. El estrépito. En el Cercano Oriente con frecuencia escasea el buen combustible, y por eso se encienden hojas secas y ramitas para la cocción de alimentos y la calefacción. Las espinas, las ramitas y el rastrojo seco arden rápidamente y hacen mucho ruido, pero no dan el calor uniforme que se necesita para cocinar o para calentar una habitación.                    (ver Sal. 58: 9; 118: 12; cf.  Isa. 9: 18).

7. Opresión. El mismo vocablo hebreo original se traduce "violencia" en Eze. 22: 12. Se refiere al uso tiránico de la oportunidad y la capacidad para defraudar a otros a fin de enriquecerse uno mismo.

Entontecer. Es decir, corromper. Si un sabio cae en el hábito pecaminoso de oprimir y extorsionar, se corromperá, y con toda seguridad será despreciado por otros.

Las dádivas. O sea, el soborno. El juicio imparcial de una persona se corrompe y causa daños graves cuando acepta sobornos (ver Exo. 23: 8; Deut. 16: 19; Prov. 15: 27). El "corazón" es un símbolo del entendimiento y de la fibra moral (Ose. 4: 11).

8. Negocio. La palabra hebrea traducida "negocio" más frecuentemente significa "palabra" o "asunto"; "una cosa" (NC). Es raro que uno pueda ver por adelantado la influencia final de una palabra u observación.

Sufrido de espíritu. La raíz de "sufrido" significa "ser tardo". De modo que el "sufrido de espíritu", literalmente es "tardo de espíritu". Establézcase un contraste con la expresión "impaciente de espíritu" (Prov. 14: 29). Una forma similar aparece en el NT, donde "esperado con paciencia" (Heb. 6: 15) y "tener paciencia" (Sant. 5: 7, 8) literalmente significa "sed tardos [pacientes] de alma".

Altivo de espíritu. "Alto" o "exaltado de espíritu" (ver Sal. 138: 6; Isa. 5: 15; 10: 33; cf. Jer. 31: 115).

9. Apresures. O, "alborotes", "espantes", "conturbes". Hay que gobernar bien las emociones.                (ver Santiago 1: 19). Enojo. Ver Efe. 4: 26, 31; Tito 1: 7.

Reposa. Las palabras y las acciones engendradas por la ira con frecuencia ocasionan gran daño, son muy difíciles de olvidar y a menudo se vuelven contra su autor (Prov. 14: 33).

10. Tiempos pasados. El indisciplinado de espíritu con frecuencia cree que el presente es más penoso que el pasado, y por eso se vuelve malhumorado y quisquilloso. También es fácil que los ancianos piensen así, olvidándose de las dificultades de antaño y quizá de sus propias faltas. Frecuentemente los hijos de Israel añoraron en el desierto su vida anterior en Egipto. Job demostró una debilidad similar (Job 29: 2). Compárese con el comportamiento de los ancianos que se describe en Esdras 3:12 y Hageo 2:3, y también del salmista (Sal. 77: 5- 9).

11. Buena es la ciencia. Algunos entienden que la sabiduría es la mejor herencia; otros, que una herencia con sabiduría para usarla de la mejor manera posible, es una doble bendición.

12. Escudo es la ciencia. O, "protección".  La primera parte del versículo dice: "En la sombra sabiduría, en la sombra plata". Tanto la sabiduría como el dinero proporcionan protección y ayuda, aunque no en la misma forma. El rico que también es sabio tiene una doble protección. La "sombra" simboliza comúnmente protección ante el peligro (Sal. 17: 8; 91: 1; Isa. 32: 2). A veces las riquezas pueden salvar vidas (Prov. 13: 8), y la sabiduría puede librar una ciudad (Ecl. 9: 15).  La riqueza no puede comprar la salvación eterna (Sal. 49: 6, 7) ni proporcionar una genuina paz mental (Luc. 12: 15). La verdadera sabiduría puede hacer que una persona mantenga una correcta relación con Dios (Salmos 111:10;      Job 28:28). En Sant. 3: 17 hay una descripción inspiradora de la verdadera sabiduría.

La sabiduría excede. La palabra de la cual se traduce "excede" se usa 12 veces en este libro. "Aventaja" sería una mejor traducción, si se tiene en cuenta la superioridad de la ciencia sobre el dinero.

Da vida. Mejor, "preserva vivo". La sabiduría puede salvar la vida en tiempo de peligro, pero las riquezas pueden ser la causa de la muerte de un rico. La sabiduría puede librar del exceso de apetito que acorta la vida; las riquezas facilitan la complacencia excesiva del apetito y pueden hacer que su poseedor pierda la salud y muera. Pero aquí se sugiere algo más que la mera vida física. La sabiduría en su sentido superior induce a la práctica de la verdadera piedad (Prov. 3: 13-18; 8: 35).                       Es en el espíritu en donde se efectúa la verdadera preservación de la vida que conduce a la inmortalidad (Juan 5: 21; 6: 63).

13. La obra de Dios. Es decir, la forma en que la Providencia nos conduce a través de la vida               (ver Job 9: 12; 11: 10; 12: 14). Torció. Quizá sea una referencia a las diversas vicisitudes de la vida, sus aflicciones, dificultades, prueba y sufrimientos. Abrahán tuvo su "cruz" que llevar (Gén. 15: 2, 3); también Ana (1 Sam. 1: 5, 6) y Pablo (2 Cor. 12: 7). Debemos reconocer que la mano de Dios lo rige todo, y hemos de proceder por fe (Rom. 11: 36; 2 Cor. 4: 18; Heb. 2: 10), sin hacer preguntas en cuanto a la sabiduría y bondad de Dios (Job 9: 12; 11: 10; 12: 14).

14. Goza del bien. Cuando las cosas van bien, debemos estar contentos y agradecidos. Compárese con lo que le sucedió al pueblo de Dios en los días de Ester (Est. 8: 16, 17). En el día de la adversidad considera. O "en el día del mal, mira". Aunque las cosas no vayan como nos gustaría que fueran, no necesitamos quejarnos ni refunfuñar. Es un pecado dudar de Dios y abatirse. Hizo. Dios equilibra las cosas. La prosperidad sigue a la adversidad. No es bueno que uno viva completamente libre de cuidados y pruebas (ver Job 1: 21; 2: 10). Debemos considerar con sumo cuidado los sucesos diarios de la vida (Prov. 4: 26). La verdadera felicidad no consiste en la posesión de las cosas materiales (Luc. 12: 15; cf. Mat. 6: 33, 34). 

Nada halle después de él. Nadie puede anticipar su futuro ni dominar del todo las circunstancias en que se verá envuelto. Por lo tanto, hay que confiar en Dios y someterse a 1106 su voluntad, con la seguridad de que en sus manos todo resultará para bien (Rom. 8: 28; cf. Gén. 42: 36).

15. Mi vanidad. Es decir, mis días fugaces (ver cap. 1: 2). Perece. Los hebreos comúnmente creían que Dios bendecía al justo con larga vida (Éxodo 20: 12; Deut. 4: 40; Prov. 3: 1, 2, 13- 16; 4: 10; cf. Salmo 91: 16). El NT presenta otro aspecto de la vida del justo en la tierra (Mateo 5: 10-12;                Juan 17:15; 2 Timoteo 3: 12).

Alarga. Job expresa la misma queja (Job 12: 6; 21: 7; cf.  Sal. 37: 7). El justo Abel murió aún joven, mientras que Caín vivió hasta edad avanzada. Esta alteración aparente de lo que debiera ser el orden de las cosas ha perturbado a los justos a través de la historia. Los hebreos tenían el concepto de que, en circunstancias normales, los impíos morirían jóvenes (Sal. 37: 9, 10; 55: 23; 58: 3- 9). Por supuesto, el ajuste final de cuentas será cuando Cristo venga por segunda vez (Mat. 16: 27; cf. Apoc. 20: 12- 15).

16. Demasiado justo. Un reproche contra el legalismo, que confía en las formas y expresiones externas de obediencia. La verdadera religión es una relación personal con Dios, el Santísimo (Lev. 19:2; Efe. 3: 14), y con el Salvador Jesucristo (Efe. 3: 17-19). Sabio con exceso. Después de referirse al valor de la sabiduría, Salomón aconseja contra una actitud que pudiera llevar a poner en duda la dirección divina. El apóstol Pablo hace la misma advertencia (Rom. 9: 20- 23). Destruirte. El verbo reflexivo hebreo destaca el hecho de que la conducta de cada uno decide su destino. El fariseo de la parábola es un ejemplo típico del que se destruye a sí mismo por causa de su propia justicia y sabiduría humana (Luc. 18: 9- 14).

17. No hagas mucho mal. En otras palabras, no deseches toda restricción, pues finalmente se llega al punto en que el Espíritu Santo ya no puede inducir a un sincero arrepentimiento. ¡Cuidado con ignorar o subestimar a Dios! (Sal. 10: 11; cf.  Mal. 1: 2, 6; 2: 17; 3: 8, 13). Insensato. Quien peca deliberadamente -engañándose a sí mismo con la creencia de que Dios ignora lo que él o ella hace- puede llegar a obsesionarse de tal manera con cierto proceder que, en su ceguera espiritual, llega a pensar que Dios no existe (Sal. 14: 1). Antes de tu tiempo. Los excesos con frecuencia acarrean una muerte prematura, como en el caso de los antediluvianos (Job 22: 16) y de los impíos de días posteriores (Sal. 55: 23; Prov. 10: 27).

18. Tomes esto. Admonición contra un proceder exagerado o precipitado. La moderación es una buena norma de vida; los extremos generalmente son peligrosos. A Dios teme. Únicamente con el temor de Dios se puede transitar por la vida cosechando sus verdaderos propósitos (Neh. 5: 9; Job 28: 28;         Sal. 111: 10; Isa. 33: 6).

19. La sabiduría fortalece. El que es verdaderamente sabio obtiene sus victorias en la vida porque está lleno de la sabiduría que desciende de lo alto. La misma palabra hebrea que se traduce "fortalece" se ha rendido: "prevaleció" (Juec. 3: 10; 6: 2) y "fortalezca" (Sal. 9: 19). Diez poderosos. El mismo término hebreo se ha traducido "señor" en Gén. 42: 6 y 11 "príncipe" en Ecl. 10: 5, así como también en el arameo de Dan. 5: 29.

En una ciudad. Una comparación con los antiguos consejos de ancianos de los pueblos que legislaban en cuanto a asuntos locales. La misma clase de consejo se ha perpetuado en la vida de los pueblos hindúes, donde se lo llama panch, o "cinco", pues son cinco los ancianos elegidos para hacer cumplir las reglas de vida de la comunidad.

20. No hay hombre justo. Mejor, "respecto al hombre, no hay ningún justo". Aun el hijo de Dios a veces puede cometer graves errores, como les sucedió a Abrahán y a David; pero mediante la gracia fortalecedora de Cristo, obtendrá la victoria sobre ellos (ver 1 Juan 3: 6; 5: 4). 

Nunca peque. Cf. 1 Reyes 8: 46; Prov. 20: 9; Rom. 3: 23; 1 Juan 11: 8.

21. Las cosas que se hablan. Es decir, las que otros hablan de uno. De nada aprovecha preocuparse por lo que otros piensan. A tu siervo cuando dice mal de ti. La familiaridad con frecuencia engendra desdén. Sin embargo, el cristiano debe preocuparse más por la opinión de Dios que por la de sus prójimos (1 Cor. 4: 3, 4).

22. Dijiste mal. Del hebreo "ser liviano", "ser frívolo"; de ahí, "deshonrar", que aquí significa "hablar desdeñosamente", "hablar despectivamente".

23. Se alejó de mí. Compárese con Job 28: 12-28 1107

24. Lo muy profundo. Compárese con Job 11: 79; Rom. 11: 33.

25. Fijé mi corazón para saber. Heb. "me volví yo, y mi corazón, para saber". Énfasis con que el autor declara su sinceridad para buscar la sabiduría. La razón. "Razón" y "trabajo" (cap. 9: 10) se traducen del mismo término hebreo, cuya forma femenina se traduce "máquinas" en 2 Crón. 26: 15, y "perversiones" en Ecl. 7: 29.

26. La mujer. Ver Prov. 7: 5- 23. Lazos. De la misma raíz de "lazos" deriva el término "mimbres" o ligaduras con que Dalila ató a Sansón (Juec. 16: 8). Los "lazos", "redes" y "ligaduras" describen a la mujer completamente inescrupulosa (ver Prov. 5: 22; 22: 14). Agrada a Dios. "Es bueno delante de Dios".

27. Una por una. Compárese con Jer. 5: 1- 5.

28. Mil. Generalmente se usa como un número redondo (ver Exo. 20: 6; 34: 7; Sal. 105: 8). Salomón quiere decir aquí que el hombre perfecto es raro.

Mujer. El autor no dice que no haya mujeres perfectas, sino sugiere que ha encontrado que esas mujeres son más raras que los hombres perfectos. Sin duda Salomón llegó a esta conclusión debido a su trato con mil esposas y concubinas, muchas de ellas paganas, y todas, sin duda, celosas y pendencieras: como sucede generalmente en una relación tal. Evidentemente fueron interminables las dificultades que por ese motivo sufrió Salomón. Parece que él echa la culpa de esas adversidades a las mujeres antes que a él mismo que las produjo por haber contraído esos casamientos múltiples.         (ver Gén. 3: 12).

29. Recto. Del verbo "ser derecho", "ser correcto". La referencia es la rectitud moral. Perversiones. Esta misma palabra se traduce "máquinas" en 2 Crón. 26: 15. Es decir, artefactos o máquinas bélicas, como las catapultas, para arrojar piedras. La raíz verbal significa "pensar", "idear", "inventar" (ver Amós 6: 5). La humanidad cayó de su estado de rectitud moral original, y se ha habituado a idear cosas que, aunque no sean necesariamente malas en sí mismas, se emplean en tal forma que inducen a la inmoralidad. 3CBA/Ministerio Hno. Pio


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