jueves, agosto 13, 2020

REFLEXIÓN 337. EL RESUMEN DE TODO LO LEÍDO ES ÉSTE: “TEME A DIOS Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS”. (Eclesiastés 12:13,14).

Eclesiastés 12:13,14. Es el epilogo del libro de Eclesiastés y de todos los libros de la biblia. Expone El temor a Dios como el antídoto supremo contra la vanidad del mundo. Y el fin de todo, solo se resume en temer a Dios obedeciendo sus mandamientos. Porque un día, le daremos cuenta de nuestra vida de sabiduría o de nuestra vida de vanidades. 

13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. (Eclesiastés 12). 

13. Teme a Dios. Com. Deut. 4: 10. "Temer" a Dios significa tener por él un respeto profundo y reverente (Exo. 19: 10-13; 20: 20) y respetar debidamente su voluntad (Deut. 8: 6; Prov. 3: 7; Ecl. 12:13; Isa. 11: 2, 3; 33: 6).

Deut. 6: 2. Temas a Jehová. La palabra hebrea "temer" significa "estar en pavor delante de", "reverenciar", "honrar" (ver com. cap. 4: 10). 1CBA

Luc. 1: 50. Le Temen. Una expresión típicamente hebrea, común en todo el AT, que denota piedad.  En el NT también se emplea la palabra temor con el sentido de santa reverencia (Hech. 10: 2, 22, 35; Col. 3: 22; Apoc. 14: 7; 15:4), 672 aunque se usa, además, para referirse al miedo o al espanto (Mat. 21: 46;  Mar. 11: 32; Luc. 12: 4). 5CBA

Apoc. 14: 6, 7. Temed. Gr. fobéÇ, "temer", "reverenciar". Fobéo no significa aquí sentir temor de Dios, sino acercarse a él con reverencia y respeto. Incluye el pensamiento de absoluta lealtad a Dios, en una sumisión a Dios, en una sumisión completa a su voluntad. (cf. com. Deut. 4: 10). Dios. El mensaje de temer a Dios es especialmente oportuno en el período representado por la predicación de este ángel, porque los hombres se han entregado a la adoración de los dioses del materialismo y el poder y muchos otros que han inventado. 7CBA

Mandamientos. Ver Sal. 78: 1- 7. Heb. mitswah, palabra genérica para todos los requerimientos de Dios y que, por supuesto, incluye la ley moral. Mitswah y torah, "ley" (ver com. Núm. 19: 14), se usan como sinónimos para todos los propósitos prácticos.

El todo. La última cláusula del vers. 13 dice, literalmente, "porque esto todo hombre".  Es evidente que el pronombre "esto" se refiere a la declaración precedente: "Teme a Dios, y guarda sus mandamientos". La misma construcción hebrea se traduce "todo hombre" en caps. 3: 13; 5: 19.  Salomón piensa ahora que el propósito supremo de la vida es reconocer a Dios y sus sabios requerimientos. Pablo declara lo mismo en Hech. 17: 24-31; Rom. 1: 20-23; cf.  Sant, 2: 10-12.

El deber, el destino, del ser humano es obedecer a Dios, y al cumplir con esto encontrará la felicidad suprema. Cualquiera sea su suerte -la adversidad o la prosperidad-, siempre deberá tener presente el deber de obedecer a su Hacedor.

14. Obra.  O, "hecho". En el juicio se juzga tanto los hechos como las palabras (Mat. 12: 36, 37); pero Dios requiere que la obediencia sea aun de pensamiento (ver 2 Cor. 10: 5; ver com. Mat. 5: 22, 28; etc.).

Toda cosa encubierta. La gente puede ocultar de los demás, sus palabras y sus hechos, pero "todas las cosas están desnudas y 1223 abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta" (Heb. 4: 13). Aun nuestros motivos más íntimos son escudriñados por Dios (1 Sam. 16: 7; Sal. 7: 9; Jer. 17: 10; cf.  Hech. 1: 24; Heb. 4: 12), quien lee los motivos secretos del corazón humano. Él nos hará responsables por cada rayo de luz de la verdad que haya penetrado en las tinieblas de nuestro corazón (ver Rom. 2: 16; 1 Cor. 4: 5). En el gran día del cómputo final, entrarán en el reino celestial sólo los que hayan hecho la voluntad de Dios (Mat. 7: 21- 27). Profesar lealtad a Dios y al mismo tiempo desobedecer, aunque sea un solo mandamiento que su sabiduría y amor hayan colocado sobre nosotros, es negar la realidad de dicha lealtad (ver Juan 15: 10; 1 Juan 2: 3-6). Una obediencia menor que ésta equivale a rendir culto a Dios en vano (ver Mar. 7: 7-9), pues en aquel gran día se recompensará a cada persona "conforme a sus obras" (Mat. 16: 27: cf. Apoc. 22: 12). 3CBA                                  Ministerio Hno. Pio


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