Eclesiastés 12:1-7. Expone con mucha claridad, lo que significa vivir en sabiduría: “Tener a Dios como la base de la vida”. Por eso es imperativo recordar al Creador en el tiempo debido.
1 ACUÉRDATE de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; 2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 4 y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; 5 cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 6 antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; 7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. (Eclesiastés 12).
1. Acuérdate. Heb. "y acuérdate" o "también acuérdate". En esta forma se vincula el cap. 12 con el 11, especialmente con el vers. 9 del cap. 11. Creador. En hebreo se usa el participio del verbo "crear", como en Gén. 1: 1. Se refiere a Dios como el Diseñador y Creador del universo. Aquí, en hebreo, la palabra está en plural, como lo está "Dios" en Gén. 1: 1 (ver com. Gén. 1: 1, 26, 27).
Juventud. Ver com. cap. 11: 9. En los comienzos de la edad viril, una persona llega a su máximo vigor; es entonces, pues, cuando las fuerzas vitales debieran consagrarse a Dios y usarse para su gloria. Días malos. Esto es, la vejez achacosa en contraste con los días llenos de vigor y esperanza de la flor de la vida. La vejez trae debilidades e incapacidades, y sus días son "malos", pues están llenos de limitaciones y molestias.
No tengo... contentamiento. El término que se traduce "contentamiento"
se halla al final de la oración para darle más énfasis. Cuando desaparecen los
deseos, incentivos y esperanzas de la juventud plena, entonces hay poco
entusiasmo en la vida. Compárese con el caso de Barzilai (2 Sam. 19: 34, 37).
2. Antes que. El lenguaje altamente figurado de los vers. 2-6 se
ha interpretado de diversas formas. Muchos comentadores, tanto judíos como
cristianos, han explicado estas metáforas como la descripción del agotamiento
de las facultades físicas a medida que declina la vida, y creen que cada símil
se refiere a detalles anatómicos. No hay duda de que Salomón, con suma
capacidad literaria, describe aquí la vejez y la muerte, tal como se declara
específicamente en los vers. 1, 5 y 7. Es evidente el significado de la
alegoría tomada 1120 en conjunto: recordar al Creador antes de que llegue la
vejez, y dedicar la vida a propósitos que conduzcan hacia un concepto tal del
deber y del destino. Este es, por supuesto, el tema de todo el libro.
Afortunadamente
Salomón "se acordó" de su Creador ya al final de una larga vida
dedicada a separarse de Dios y a perseguir alocadamente la necedad, lo cual él
describe en forma muy acabada en este libro. Salomón mira hacia el pasado, a
los años malgastados de su vida, y se dispone de buena gana a advertir a otros
que eviten el desengaño que él experimentó durante el tiempo en que vanamente
buscó la felicidad. Pero cuando se interpretan los detalles de esta alegoría
conviene ser precavido, pues las Escrituras no dan una explicación clara de los
símbolos usados. Cualquier
interpretación que se dé sólo reflejará la opinión personal del que la haga. La
que se presenta a continuación en este Comentario acerca de los vers. 2-6 es
tan sólo sugerente.
El sol. Las luminarias celestes que cada día pierden su
brillo simbolizan "los días malos" (vers. 1): la aproximación de la
vejez. Algunos comentadores entienden que se trata del debilitamiento de la
fuerza de la vista. Los exégetas judíos han ido a extremos en la aplicación de
los detalles: han interpretado que el "sol" simboliza la frente; la
"luz", la nariz; la "luna", el alma, y las
"estrellas", las mejillas.
Vuelvan las nubes. Estos comentadores mencionados hacen la observación
de que aquí se hace referencia al debilitamiento de la vista por el mucho
llorar en tiempo de dificultades. Sería mejor interpretar esta figura como una
descripción general de la edad avanzada, cuando declinan las facultades
naturales.
3. Los guardas de la casa. Quizá se use esta figura en sentido amplio para describir el debilitamiento del cuerpo. Algunos comentadores judíos aplican esta expresión a los costados y las costillas; otros, a las manos y los brazos. Se encorvarán. (Ver caps. 1: 15; 7: 13, donde se usa el mismo verbo hebreo). Hombres fuertes. También "hombres eficientes". La aplicación más común es a las piernas y a los muslos; pero otros piensan que la expresión se refiere a las rodillas y a los pies, o a la columna vertebral.
Cesarán las muelas. El vocablo traducido "muelas" o "moledoras" es femenino, y se refiere a las mujeres de la casa que muelen (ver Exo. 11: 5; Mat. 24: 41). Algunos comentadores ven aquí una referencia a la dentadura (ver Jer. 25: 10). Han disminuido. Las pocas "muelas" o moledoras que aún quedan -quizá ya desgastadas y en mal estado- no funcionan bien, y no pueden proporcionar la "harina" necesaria para sostener la vida.
Se oscurecerán. Figura que transfiere el cuadro de las mujeres que atisban por las celosías de las ventanas a una gradual disminución de la vista (ver Gén. 27: 1; cf. Deut. 34: 7). Los que miran. "Las que miran" (RVR, 1977). Una forma femenina para referirse a las mujeres de un hogar del Cercano Oriente, las cuales no aparecen mucho en público y que, con frecuencia, atisban por las celosías de las ventanas de sus casas (ver com. Gén. 8: 10; cf. Juec. 5: 28; 2 Sam. 6: 16).
4. Las puertas. Nombre que en hebreo tiene forma dual, por lo cual alude a las dos hojas de una puerta. Los comentadores judíos aplican esta figura a los poros del cuerpo, por ejemplo, o a los dos labios de la boca. La voz. Generalmente se considera que "la voz" representa el insomnio senil, como el de un anciano que se despierta con el primer gorjeo de un ave apenas despunta el alba. Hijas del canto. Los órganos de fonación y del canto, las cuerdas vocales: quizá una referencia a la voz cascada y débil de una persona anciana.
5. Temerán. Un anciano debe continuamente cuidarse muchísimo, a
cada paso. La gente de edad con frecuencia siente temor de las carreteras. Sus
huesos son frágiles y, por lo tanto, se rompen fácilmente con una caída u otro
accidente; y su curación, si es que la hay, es lenta. Además, la falta de aire y la rigidez del
cuerpo hacen que sea muy penoso subir cualquier elevación.
Florecerá. El almendro era el primer árbol que florecía en Palestina. Esta metáfora se ha aplicado a las canas o a la calvicie. La profusión de blancos almendros en flor puede haber evocado en Salomón las canas de la ancianidad. La langosta. Quizá sea un símbolo de lo pequeño o insignificante (ver Núm. 13: 33; Isa. 40: 22). Para los ancianos aun las cosas 1121 pequeñas constituyen, a menudo, pesadas cargas.
Se perderá el apetito. Heb. "La alcaparra se volverá ineficaz". El botón de la flor de la alcaparra se usa como condimento. Se suponía que ésta poseía propiedades afrodisíacas (ver com. Gén. 30: 14). "Apetito" o "deseo" son traducciones eufemísticas para referirse al "deseo sexual". El hombre va. Compárese con Job 10:21; Luc. 16:9. Los endechadores. Compárese con 2 Sam. 3:31; Jer. 22:10, 18.
6. Cadena de plata. O "cuerda", del mismo vocablo que se
tradujo "sogas" (2 Sam. 17: 13; 1 Rey. 20:32). "Plata"
quizá sea un símbolo de lo más preciado: la vida misma, el tesoro por
excelencia. Carecen de base bíblica las interpretaciones que aplican "la
cadena de plata... y el cuenco de oro" a la espina dorsal y al cerebro,
respectivamente. Aunque no dejan de tener su encanto literario y pudiera ser
que Salomón pensara lo mismo cuando escribía, falta la base bíblica (cap. 12:
2).
Se quiebre. O, "se rompa en pedazos". La figura es la,
de una gran lámpara que pende de una cuerda formada por hebras de plata. Se
rompe la cuerda y la lámpara cae al piso.
La primera parte del vers. 6 dice literalmente, "mientras no sea
rota en pedazos la cuerda de plata".
El cántaro. Durante siglos las mujeres orientales han ido al
pozo de la aldea con cántaros de arcilla (ver Gén. 24: 14, 15; Juan 4: 7, 28;
etc.). Aquí se describe un cántaro de éstos cuando se rompe en pedazos (ver
Lev. 6: 28; 15: 12). En el Cercano Oriente, el pozo de la aldea generalmente
tiene una rueda o una horqueta de madera. Cada aldeano trae su soga y su
cántaro. El uso constante y las condiciones climáticas hacen que finalmente la rueda
se desintegre y arruine. La fuente o pozo es, sin duda, un símbolo de la vida
(ver Sal. 36: 9; cf. Juan 4: 10; 7: 37). Las diversas metáforas del vers. 6
representan la muerte.
7. El polvo. Es decir, la parte física del ser humano (ver Gén. 2: 7). Como era. La parte física de la persona se descompone y vuelve a los elementos de que estaba formada. La persona muerta duerme "en el polvo" (Job 7: 21; cf. cap. 17: 16; 20: 11; 21: 26). Pero los que ahora "duermen" en el polvo de la tierra, vivirán otra vez, pues resucitarán (ver Dan. 12: 2; Juan 11: 11-13, 23-26; 1 Tes. 4: 13-17).
El espíritu. Heb. rúaj, "aliento", "viento",
"espíritu" (ver com. Núm. 5:
14). La traducción de rúaj presenta ligeras variantes en las versiones
castellanas de la Biblia, pero básicamente permanece su significado: Gén. 2:7;
7: 22: "aliento de vida", "aliento de espíritu de vida"
(RVR); "aliento vital" (BC); "aliento de vida", "hálito
de vida", "hálito vital" (NC, BJ). "Espíritu" en el sentido de
vitalidad (Juec. 15: 19); "corazón" (Jos. 2: 11); "enojo" o
ira (Juec. 8: 3), y expresa una disposición de ánimo: "triste de
espíritu" (Isa. 54: 6). Rúaj también se usa algunas veces para indicar el
principio vital en seres humanos y animales (Sal. 146: 4); unas pocas veces
como la sede de las emociones (1 Sam. 1: 15); la actividad del pensamiento
(Eze. 11: 5); otras veces como voluntad, volición, o "corazón" en
sentido figurado (2 Crón. 29: 31); a veces como carácter moral (Eze. 11: 19); y
decenas de veces para mencionar el Espíritu de Dios (Isa. 63: 10). Ni siquiera
en uno solo de los 379 casos en que aparece rúaj en el AT denota una entidad
inteligente, capaz de existir separada del cuerpo humano; por lo tanto, debe
ser claro que ese concepto no tiene base en las enseñanzas bíblicas (ver
com. Gén. 2: 7; 35: 18; Núm. 5:14; Ecl.
3: 19- 21; cf. com. Núm. 5: 2; 9:
6). Lo que aquí se dice que vuelve a
Dios es tan sólo el principio de la vida impartido por él tanto a los humanos
como a las bestias (ver com. cap. 3: 19-21, donde en la RVR rúaj se traduce
"respiración" y "aliento de vida" en la BJ). 3CBA/Ministerio
Hno. Pio
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